Crónica


El trabajo que aquí se presenta es fruto del esfuerzo, consenso y entendimiento mutuo de un grupo de profesionales que, partiendo de criterios distintos, han logrado respetarse y hacer que en cada encuentro haya reinado siempre un espíritu de colaboración y amistad, que ha sido el que ha permitido en aquellos momentos difíciles, que los ha habido, superar las diferencias que se suscitaban.

Esta Mesa de Trabajo, como la hemos venido llamando, ha supuesto más de seis años de tarea y diez convocatorias. Tuvo su origen en el Congreso de Anabad de la Coruña, en 1988, cuando Antonia Heredia propuso a la vista de los diversos cuadros de organización de archivos municipales, que en ese momento existían, que se intentase hacer una puesta en común de todos ellos, con el fin de ver la posibilidad de que los archivos municipales dispusiesen, si así lo deseaban, de un instrumento unificado que pudiese ser aplicado en todo el territorio del Estado.

Esta propuesta fue tomada muy en serio por todos los profesionales asistentes, y fue elevada como una conclusión del Congreso.

El guante estaba lanzado, y sin dejar que se enfriasen los ánimos, Santiago Izquierdo convocó la primera mesa, invitando a aquellos grupos de trabajo o archiveros que habían elaborado cuadros de organización de fondos municipales. La respuesta fue muy satisfactoria, pues casi todos los convocados aceptaron y confirmaron su asistencia.

La cita tuvo lugar el día 7 de octubre de 1988, en San Sebastián de los Reyes, y nos cupo el honor de inaugurar el salón de sesiones de la nueva Casa Consistorial.

Hasta este momento la organización de los Archivos Municipales había sido abordada por sus responsables con criterios diversos. En unos casos, se daba una solución de continuidad en la aplicación de cuadros de clasificación ya existentes, producto de organizaciones anteriores que, en su mayoría, respondían a criterios historicistas, siendo las materias el método de clasificación. En otros, se prescindía de estos criterios y se iniciaba la nueva andadura con cuadros de organización que reflejaban la producción documental en relación con los órganos y funciones.

Puede decirse que cada municipio aplicaba su propio cuadro, resultado de su historia o de los criterios de sus responsables, por lo que la diversidad de modelos clasificatorios era y es una realidad que preocupa a los responsables de su organización. Por ello la necesidad de actualizar, normalizar y unificar ha estado presente en todo encuentro profesional.

Con este bagaje llegamos a la primera Mesa, y pronto pudimos comprobar que aquella propuesta de conseguir unificar los cuadros existentes era bastante difícil, pues cada grupo o persona se encontraba encorsetado por sus propios trabajos y experiencias, y nos costaba romper con nuestros esquemas y acercarnos a los de los demás.

Aquella idea bien pudo nacer y morir en San Sebastián de los Reyes, pero he aquí que en medio de aquella tensión todos fuimos conscientes de que era mucho más lo que nos unía que lo que nos separaba, que empezábamos a hablar el mismo lenguaje, y aquello fue providencial. Ya no estábamos allí como contrincantes, defendiendo a capa y espada cada uno su trabajo, sino que por primera vez nos habíamos reunido un grupo de archiveros de la Administración Local con un interés y un fin común.

Nos empezamos a ilusionar con la iniciativa que habíamos emprendido, y aunque la jornada acabó sin grandes resultados aparentes, por el contrario se había logrado algo que era mucho más importante: el habernos comprometido en una empresa, que, aunque siendo conscientes de su dificultad, atisbamos que podía ser una realidad. Para llegar al final hemos tenido que sortear momentos de desánimo y desencanto, pues todos tuvimos que dejar jirones de nuestro trabajo anterior hasta llegar a la meta, pero como decimos al principio ha merecido la pena, porque la amistad y el entendimiento que ha surgido en todos ha presidido las reuniones y ha allanado un camino lleno de dificultades, que a veces tuvimos la tentación de desandar.

La asistencia a las Mesas por parte de sus componentes ha sido dispar. Junto a un grupo de miembros que ha participado en todas ellas, ha existido otro que, o bien se ha ido incorporando paulatinamente, o bien ha asistido una sola vez, al coincidir la convocatoria en su Comunidad. No obstante siempre ha participado un grupo fijo, mayoritario, que habitualmente ha formado parte de todas ellas, como se puede apreciar a través de la relación de lugares y fechas de celebración. En un principio la reuniones de trabajo eran de un solo día, pero vista la insuficiencia del tiempo destinando a finalizar la labor que nos habíamos propuesto y que ésta se alargaba en el tiempo, a partir de la VI Mesa celebrada en Getxo, se amplió a dos días, y la última en Murcia, a tres.

Los estudios a realizar se distribuían en cada Mesa para la siguiente, se llevaban a cabo por grupos formados por representantes de comunidades diferentes. El trabajo se consensuaba en cada grupo antes de ser presentado a la Mesa, donde se terminaba de discutir y aceptar.

Con este cuadro de organización damos por finalizado el compromiso asumido en 1988, pero el grupo consolidado piensa seguir trabajando en otros temas relacionados con la profesión.

De hecho en la última Mesa de presentación del Cuadro, que se celebrará en San Sebastián de los Reyes, se acordarán el tema y el calendario de futuros encuentros.