Gema MORENO / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 01.09.2019
“Qué pena me da, se acaban las fiestas de San Sebastián”, pero antes de cantarlo esta noche los vecinos de Sanse han quemado su último cartucho de vitalidad.
La última mañana de fiestas han arrancado con el arrebato pirotécnico en la confluencia de las calles Real y Postas. Una tradición recuperada este año para despedir el último encierro, que ha corrido a cargo de Pirosanse.
Después se desató la euforia con el recorrido a ritmo de batukada de Hakuna Masamba, cuyos malabaristas, zancos y percusionistas han vuelto a animar el centro histórico.
Caminando por las calles nos hemos encontrado con la habitual jarana de la charanga Xoxongirri, la fiesta de la espuma en la peña Los Amigos y la intensa sesión de Sh’bam en la plaza de la Constitución. Una clase abierta de esta moderna disciplina deportiva que une música, baile y ejercicio físico, conducida por profesores del polideportivo Dehesa Boyal.
Sin duda, la atracción más esperada de estas fiestas ha sido el Tobogán Gigante, que desde las 11 de la mañana se ha instalado en la calle Real, en cuya pendiente se ha colocado otra impresionante rampa para deslizarse. Más de 50 metros refrescantes en los que cada cual tenía que ir provisto de su flotador, aunque el bañador era opcional.
Tanta expectación se ha saciado con el salto inaugural que se ha atrevido a hacer el vicealcalde, Miguel Ángel Martín Perdiguero, quien no ha dudado en repetir.
Por su parte, el alcalde Narciso Romero se ha quedado en tierra contemplando el espectáculo y haciendo un balance muy positivo de estas fiestas, agradeciendo la participación de todos los vecinos y la implicación de todas las personas que han trabajo en ellas.
Mientras la actividad acuática seguía su curso, de fondo se escuchaban las versiones de Los Inspectores, que como remate de fiestas han doblado el tiempo de su actuación y durante dos horas lo han dado todo para disfrute de sus fieles seguidores. Público que ha llenado todos los días la plaza del pueblo y se han rendido a su pop-rock desenfrenado.
Con ellos, bailando y cantando nos hemos despedido de estas fiestas matinales que han sido “la caña”. Un feliz recuerdo que nos durará todo un año hasta las próximas.