Laura RODRÍGUEZ / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 07.07.2015
Miles de jóvenes aprovechan las vacaciones estivales para realizar campamentos y cursos de idiomas en el extranjero. Y, si las familias necesitan reclamar, lo hacen tras el verano y aportando escasa información, lo que hace que la mayoría de estas reclamaciones sean desestimadas. 
Consciente de ello, la OMIC de Sanse se ha hecho eco de una campaña informativa para que dispongan de toda la información necesaria para proteger sus derechos como consumidores desde el momento en que deciden contratar este tipo de formación.  
Así, conviene saber que las facturas y los contratos establecidos con las empresas que prestan el servicio son documentos necesarios e imprescindibles para reclamar. Ambos documentos deben cumplir los requisitos básicos establecidos por las normas europeas, que obligan a consignar el nombre y domicilio social, la descripción de los servicios, el precio desglosado de cada uno y el coste total facturado con el porcentaje de IVA correspondiente. La Dirección de Consumo de la Comunidad de Madrid recomienda conservar estos documentos y, junto a ellos, toda la información relacionada y proporcionada por la empresa, como presupuestos previos, folletos turísticos que formen parte de la oferta y todos los comprobantes y facturas que respalden la prestación deficiente del servicio, así como los gastos ocasionados al consumidor por esta causa.


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