Guillermo ESCOBAR / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 15.11.2022
En este edificio de la Plaza de la Iglesia de San Sebastián de los Reyes comen cada día, unas 50 personas. No se trata de un restaurante porque no son clientes y muchas de ellas viven en la calle, en coches abandonados o en pensiones cuyos gastos soportan los Servicios Sociales.
Aquí se pasa lista y se las espera de lunes a viernes. Hoy, visitamos el Comedor Social de la Hermandad del Cristo de los Remedios, todo un referente en cuanto a organización y funcionamiento, en el que resulta fundamental la coordinación entre todos los organismos implicados: Servicios Sociales, Cáritas, Cruz Roja y la propia Hermandad.
El perfil de la persona que proviene derivada por los Servicios Sociales es un hombre entre 45 y 50 años, desempleado de larga duración y en exclusión social. Por parte de las ONG´s se trata de personas jóvenes de otros países que vinieron en busca de empleo. Además, el trabajo de los voluntarios es imprescindible para que todo funcione perfectamente.
Pero no se trata únicamente de atender el servicio de comidas, porque este comedor social es mucho más y los viernes por la tarde realiza entregas de productos básicos para niños menores de tres años. Alcanzando a una población específica y ayudando a las familias más necesitadas.
Antes de la pandemia, la comida que se servía provenía de restaurantes locales, comprometidos con este proyecto, pero las dificultades del momento y la necesidad de ofrecer un servicio optimizado hicieron que hoy, la comida calentita provenga de un servicio de catering. ¿Y el resto de los productos? Pues de la Despensa Solidaria de la ciudad y donaciones de empresas y particulares que ayudan constantemente. Sin olvidar la solidaridad de los clubes deportivos y las asociaciones en momentos y eventos concretos, que sirven de gran colaboración para la causa.
Es el octavo año que el comedor pone sus fogones, hornos, microondas y ollas a disposición de los más necesitados y, desde las Hermandad, se quiere hacer un llamamiento para visibilizar que la labor de la institución va mucho más allá de los días de flores y gloria en torno a la fiesta del Cristo de los Remedios, apelando a la solidaridad de todos y todas, para que este proyecto siga adelante muchos años más.