Laura Martín / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 29.08.2022
La tarde del 28 de agosto en San Sebastián de los Reyes está señalada en el calendario como el momento en el que el Cristo de los Remedios recorre las calles de Sanse ante miles de personas que esperan el momento desde la Semana Santa.
Pero la salida del Cristo se hace esperar. Antes hay que subastar las andas. Un ritual que termina con la donación de una cantidad importante de dinero por cada brazo de las andas, que la Hermandad del Cristo de los Remedios destina, en parte, a su obra social.
El 28 de agosto es también el día del nombramiento de los Hermanos Mayores del Cristo, solo puede haber 12, lo que supone que este también es el momento en el que otros hermanos mayores dejan de serlo, y los sentimientos afloran.
Y tras estas tradiciones, sale por fin el Cristo de los Remedios envuelto en incienso, flores y una cortina de fuegos artificiales. Dentro de la carroza hay 8 costaleros que empujan la imagen con ayuda de unas ruedas y un volante.
No es fácil sacar al Cristo de los Remedios de procesión, pero la devoción del pueblo de Sanse lo merece. Detrás de este momento hay seis meses de preparativos, todo tiene que estar medido y previsto para que no haya daños en la carroza, ni en la imagen, para que el recorrido sea seguro y sobre todo para conseguir este efecto casi hipnótico de una imagen venerada desde hace siglos.
Y así acaba el día del Santísimo Cristo de los Remedios, que no solo da el nombre a las fiestas de Sanse, si no que además le da el sentido de una tradición bien guardada con el paso del tiempo.