Laura RODRÍGUEZ / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 23.08.2015
Tras permanecer en la plaza de toros bien cuidados y alimentados durante varios días, hoy parte de los cabestros que correrán los encierros de Sanse se han trasladado a los corrales de suelta de reses. Se hace en “el encierrillo”, una carrera inversa a la que realizarán, cada mañana de encierros, guiando a la manada. Y todo ello sirve para generarles querencia y que cumplan su misión como guías, pero también es una tradición que atrae a multitud de curiosos y que se aprovecha para poner a prueba el dispositivo especial de seguridad.
Hablamos de los detalles de este dispositivo con Eduardo Flores, ex-matador de toros, director de lidia, doblador en la plaza de toros y nuevo director técnico del encierro de San Sebastián de los Reyes.
Entre las novedades, este año Sanse aumenta el número de cabestros a quince y correrán en dos manadas de perfiles diferenciados.
En total, serán 400 personas las que se coordinen para dar forma a este dispositivo especial de seguridad cada mañana de encierros, un plan que persigue minimizar los riesgos para los corredores y poder actuar rápidamente en caso de emergencia.
La coordinación de efectivos se completa con un vallado que cubre los 820 metros de manga y que es doble en la mayoría del trazado a lo largo de sus ocho tramos.
Este dispositivo testado hoy en “el encierrillo” se pondrá en marcha en Sanse entre el 25 y el 30 de agosto a las 11,00 horas, cuando el cohetero oficial, Pedro María Rivera, lance el chupinazo que avise del comienzo de cada encierro.