Jorge G. PALOMO / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 30.08.2018
Si alguien no ha visto todavía esta tradición tan peculiar, ya está tardando. Las Fiestas de Sanse no serían lo mismo sin propuestas diferentes y creativas, con su dosis de nostalgia.
Son las dos de la madrugada, una Luna vívida resplandece sobre el casco histórico y el gentío acude al cruce entre las calles Postas y Real. El motivo: todo está listo para el encierro del carrito organizado por la Peña San Sebastián. Un momento lúdico que lleva desarrollándose unas tres décadas y que hace las delicias de los asistentes. Así lo contaba la coordinadora, Elisa Pérez, que no ocultaba su satisfacción. Y no es de extrañar, dado que esta propuesta sigue ganando adeptos. De aquel juego de los niños de la peña a preguntarse por qué no hacer un encierro de verdad, confesaba para Canal Norte TV.
El curioso encierro tiene unos protagonistas indiscutibles: tres carros de la compra que portan unas astas en la parte delantera y que son empujados a toda velocidad por tres chavales entusiastas, preparados para enfilar el recorrido vertiginoso entre las calles Postas y Real. A las dos de la madrugada suena el cohete y arranca esta cita noctámbula ineludible. Se suelen hacer dos o tres pases ante el interés de la muchedumbre. Pero que nadie se relaje. Aunque no son toros... lo parecen.