Laura MARTÍN / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 24.09.2021
Existen infinidad de variedades de calabaza, pero solemos consumir únicamente tres especies: la calabaza vasca, la potimarrón y la cacahuete. Esto nos da una idea de cómo se empobrece la variedad de lo que comemos, pero hay productores en San Sebastián de los Reyes que apuestan por la biodiversidad en sus cultivos, el ejemplo es Hugo Vela, de la Finca Monjarama.
Los consumidores que se acercan estos días a cosechar sus calabazas en Monjarama, no lo hacen solo para dar gusto al paladar, también a la vista. En la cultura anglosajona, las calabazas son algo más que un ingrediente de las cremas de invierno. Los campos llenos de calabazas anuncian el fin del verano y los celtas celebraban estos días, que cada vez son más cortos, con la festividad de Shamain, el origen de Halloween. Ya sea para ambientar la noche del 31 de octubre o para crear un bonito rincón de otoño, estos frutos ofrecen infinitas posibilidades.
La finca Monjarama, situada a la orilla del río Jarama es muy conocida en San Sebastián de los Reyes por el cultivo de fresas ecológicas. Ahora la fresa da paso a esta delicia de otoño que se siembra en junio y se cosecha desde finales de septiembre hasta mediados de octubre. Algunas especies de calabaza aguantan en perfecto estado varios meses, lo que la convierte en una perfecta aliada para pasar el invierno.
En la finca de Hugo los consumidores pueden recoger de la mata las calabazas que se van a llevar a casa, una oportunidad para entender mejor cómo es la vida en el campo y la filosofía de la agroecología, más respetuosa con la tierra y con las personas.