Guillermo ESCOBAR/ San Sebastián de los Reyes, Madrid / 02.09.2024
De verdad que lo de las charangas en las fiestas de Sanse no se puede contar. Hay que vivirlo, especialmente el último día de festejos porque la que se monta en las calles del casco histórico no es ni medio normal. La cosa viene de días atrás. Poquito a poco se va forjando. Lo que empezó con unos bailes animosos, coreografías al ritmo de Juan Pequeño baila y chipirón todos los días sale el sol… se fue transformando durante el fin de semana hasta llegar al domingo final, que fue la apoteosis absoluta desde el imprescindible Baile de la Amapola en la Peña El Remedio hasta la locura vivida en la zona de El Foro.
RESPIRA
Porque si alguien no conoce San Sebastián de los Reyes y, casualmente, pasaba por allí a la fecha y hora señalada, pudo llevarse un baño de cerveza, tinto y lo que fuera, sin comerlo ni beberlo, porque hay una canción imprescindible con la que cada día se echa el cierre, la sandía, de la que es imposible salir indemne.
Xoxongorri es la charanga encargada de amenizar las mañanas, por la calle y en las peñas, haciendo feliz a la gente que sale a divertirse aprovechando la variada oferta de ocio. En la plaza de la Constitución música en directo, como cada día. Flamenquito y canciones para echarse unos bailes abanico en mano. Pero estamos allí y escuchamos un sonido familiar de trompetas y saxofones y no tenemos más remedio que unirnos a la muchedumbre que sigue al grupo cual flautista de hamellin tocando su flauta encantadora hasta hechizarnos con su desenfadada propuesta.
Y nada más que decir, la imágenes hablan por sí solas de lo mucho que hemos disfrutado en este fin de fiesta salvaje, pasado por agua, vino y líquidos indescifrables que esperemos que no dejen la misma marca en nuestra ropa que la que ha dejado la charanga Xoxongorri en nuestros corazones. Imborrable.