Laura RODRÍGUEZ / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 30.09.2022
Esta semana se ha instalado el memorial dedicado a los madrileños deportados a Mauthausen, una obra a la que el escultor José Miguel Utande y la asociación AMICAL han dedicado cinco años.
Se ha necesitado tantos camiones como piezas y una grúa de 70 toneladas para poder asentarlas en esta céntrica plaza de la capital, a espaldas de la Plaza de la Villa, entre las calles del Rollo y de Madrid.
Se trata de un conjunto escultórico compuesto por tres grupos de piezas: a un lado, tres esculturas verticales de tres metros cada una, con los nombres de los 549 madrileños deportados a Mauthausen y a otros campos de concentración; en el centro, una puerta de cinco por cinco metros; y, al fondo, un extracto del juramento de Mauthausen.
Todas están trabajadas en acerco y pesan entre 600 kilos, las más pequeñas, y 6.000 la más grande, suponiendo su peso una de las mayores complejidades para su instalación en este lugar.
Esta misma mañana, el Ayuntamiento de Madrid recepcionaba el memorial. Y aunque aún queda pendiente la fecha oficial de su inauguración, esta nueva obra monumental de Utande, en memoria de las víctimas del Holocausto, ya se puede ver en el centro de Madrid.