Gema MORENO / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 27.08.2019
Este año el inicio de las fiestas de Sanse ha contado con una invitada excepcional, la lluvia, que amenazó hasta minutos antes con deslucir el pregón y el chupinazo, el momento más esperado del año por muchos vecinos.
Puestos a mojarse tanto da hacerlo con sidra, cerveza o agua caída del cielo. Aunque algunos improvisaron con imaginación hasta una indumentaria anti lluvia. Todo suma en estos festejos en los que cabe todo y en los que hay sitio para todos. Lo importante es divertirse y compartir momentos inolvidables.
Una semana en la que si queremos reencontrarnos con amigos no tenemos más que perdernos por la feria, las calles del centro o la plaza del pueblo, que esta noche vive su instante más emblemático. Cientos de personas cantan, bailan, saltan, se abrazan y besan para recibir estas fiestas como se merecen, con alegría. Hasta que salen al balcón consistorial los pregoneros y se desata la euforia.
Esta vez el honor ha sido para el grupo de talanqueros de Sanse, que desde hace décadas han creado un oficio propio levantando y desmontando las talanqueras del recorrido del encierro. Nadie como ellos para contagiarnos de su pasión por esta centenaria tradición que hacen de estas fiestas Patrimonio de Interés Turístico. Un pregón que han dedicado a sus madres.
Fiestas que son el orgullo de su ayuntamiento, que año tras año se vuelca en diseñar una variada programación con la mayor seguridad posible y donde “No es No”; han destacado su alcalde, Narciso Romero, y vicealcalde, Miguel Ángel Martín Perdiguero.
Tras el pregón, el chupinazo ha surcado el cielo hasta besar las nubes. Le siguió el colorido espectáculo pirotécnico que ha iluminado los sueños y las ilusiones de San Sebastián de los Reyes, donde hasta el domingo lo mejor está por llegar. ¡Felices Fiestas!