Guillermo ESCOBAR / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 03.09.2019
Menudos recuerdos deja esta semana de fiestas en la que San Sebastián de los Reyes ha vivido 7 intensos días, que arrancaban con un pregón pasado por agua a cargo de nuestros queridos talanqueros.
Los festejos han llenado de alegría y entretenimiento cada rincón de la ciudad, con múltiples actividades con las que los vecinos y vecinas de la localidad se han volcado, respondiendo como siempre con una asistencia espectacular en cada una de ellas.
Los encierros son el gran valor de estas fiestas de Interés Turístico Nacional, que cruzan fronteras y tienen alcance internacional. Son los protagonistas absolutos de la mañana, y actúan como eje vertebrador de toda la actividad de la ciudad. Una cita que, desde unos años a esta parte, ha sabido renovarse y enriquecerse con la feria de día, que cada jornada congrega a miles de personas y, especialmente, familias que acuden con niños a disfrutar de la infinidad de iniciativas infantiles que plagan el programa: fiesta de la espuma, gigantes y cabezudos, juegos de agua, espectáculos de guiñoles, magia, actuaciones infantiles... un abanico inabarcable para todos los públicos que confirman el éxito de las mañanas.
Una de las novedades más espectaculares que dejan las fiestas de este 2019 fue la instalación de un tobogán acuático gigante del que disfrutaron cientos de vecinos pese al vértigo que generaba su altura. Nada como acudir en bañador y flotadores enormes a las calles del centro histórico mientras nos cruzamos con cabezudos, gigantes, charangas y los artistas de Hakuna Ma Samba. Encierros infantiles, bailes y actividades deportivas por causas solidarias son parte de la esencia que llenan de actividad el casco y la Plaza de la Constitución. Porque si de pasarlo bien se trata San Sebastián de los Reyes es experta en disfrutar cada instante de alegría. Y como todo el mundo sabe, la hora del aperitivo no sería la misma sin la actuación de Los Inspectores, fieles a su cita diaria para dar espectáculo con acordes y letras de canciones conocidas por todos, aportando el sello que los hace inconfundibles y queridos.
Los actos culturales siempre tienen su espacio propio y la inauguración de la exposición de dibujos de Mer Fidalgo en El Caserón abría oficialmente el programa de fiestas. La ciudad recibe con los brazos abiertos este tipo de iniciativas y las banderolas con frases de Machado, Lorca, Paca Aguirre y Claudio Rodriguez pendían de las farolas del centro histórico, poemas que son una tradición ya asentada e imprescindible.
Los torneos deportivos organizados por los clubes locales y los entrenamientos en distintos campos municipales se alternaban con propuestas de todos los colores. Un tapeo vegano por aquí, un concurso de lanzamiento de huesos de aceituna por allá...
Las tardes han mezclado espectáculos en la Plaza de la Constitución con iniciativas novedosas. La más destacable, aplaudida por su labor integradora y organizada por NorTea, llevó a disfrutar de unas horas sin ruido en el Recinto Ferial, todo un acierto que, sin duda se repetirá en años venideros.
El miércoles 28 las fiestas celebraban su día grande, en Honor al Santísimo Cristo de los Remedios. Un día de solemnidad y emoción, con la celebración de la Misa Mayor, la ofrenda floral y la procesión que llevó al Cristo durante tres horas de recorrido por las principales calles de la ciudad.
Con el transcurso de los días tradiciones irrenunciables como el Baile de las Higueras y la Feria Taurina han combinado estupendamente bien con otras como Sansevillanas, que demostró con un tremendo éxito de participación que Sanse es flamenca y rociera, porque a su convocatoria solidaria respondieron cientos de personas, especialmente mujeres, con ganas de pasarlo bien bailando, abanico en mano, melodías y sevillanas de toda la vida, convirtiendo la Calle Victoria en un paisaje asombroso de colores y baile.
Con la llegada de la noche no era extraño ir de camino a algún concierto y cruzarse con estos toros de fuego, que con sus chispas han iluminado parte de nuestra felicidad. Unas noches marcadas por una actividad musical incesante. Hubo conciertos en la sede de las peñas, tributos musicales a Mecano, Queen, U2, Sabina, Rocío Jurado y Manolo García y actuaciones de primer nivel de grupos consagrados como Los Marismeños. En el afiteatro del Parque de la Marina aún resuenan los ecos de los estribillos cantados por todos a voz en grito de artistas como Carlos Tarque y Tequila, que ponían la nota rockera mientras el carisma de Baute llenaba de baile y melodías conocidas el escenario. Blas Cantó se entregó con su voz a una actuación memorable, de la que el equipo de Canal Norte tuvo la suerte de disfrutar en un pase previo privado. Porque Blas cantó para nosotros. Todo un privilegio.
Y como todo lo bueno tiene un final, el ¡Qué pena me da! puso el broche de oro a estas fiestas inolvidables. Pero en Sanse nunca las terminamos con tristeza. La despedida es una fiesta en si misma. Si no, no se entendería que miles de personas llenen por última vez la Plaza de la Constitución un domingo a última hora. Aquí se vive intensamente hasta el final porque decir adiós es un arte dulce cuando lo bueno se ha disfrutado como únicamente se hace en San Sebastián de los Reyes.