Sara GOIZUETA / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 26.08.2020
Cuando en 2019 los vecinos de Sanse entonaron el tradicional “¡Qué pena me da!” en la plaza del ayuntamiento, nada hacía pensar que la tristeza duraría más de un año, especialmente por no poder disfrutar de los emblemáticos encierros, que acompañan a la ciudad casi desde la fecha de su nacimiento.
Ese aumento de interés por parte de aficionados a los toros y curiosos de todo el país, sumado al empuje político, llevó a la construcción en 1961 de la Plaza de Toros La Tercera, que recibió ese nombre por orden de importancia en Madrid, por detrás de Las Ventas y Vistalegre. Y algunos años después, en 1986, las fiestas fueron declaradas de interés turístico nacional gracias, en gran parte, a sus encierros.
De acuerdo a la documentación, exceptuando los años de guerra civil, nunca antes hasta ahora habían debido suspenderse. Pero volverán con su misma magia en 2021, junto al Cristo de los Remedios, porque nadie podría ya imaginar nunca unas fiestas de Sanse sin ellos.