Álvaro ARRIBAS / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 02.02.2016
Suvi Mikkonen muestra con orgullo la medalla y el diploma que le aseguran la participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro que se celebrarán este verano. Esta deportista practica el taekwondo desde los cuatro años y, aunque es finlandesa, entrena aquí, en el club Escuela Internacional Hankuk de Sanse.
El éxito sucedió el pasado 17 de enero, en los preolímpicos europeos de Estambul. Su segunda plaza en la categoría de menos de 57 kilos es una hazaña de la que hace partícipe a su club de Sanse, y de forma especial a Jesús Ramal, su entrenador. Dice de él que es su roca, su maestro y guía. En Río representará a Finlandia. Pero aquí, todos están pendientes del progreso de Suvi, y no escatiman elogios. Los entrenadores dicen que es eficaz, constante, que no deja de aprender.
Ella se describe como una taekwondista de la vieja escuela, del taekwondo anterior a los petos y el casco electrónicos. Es explosiva y rápida, bajita y fuerte. Cualidades que le sirvieron en Estambul para clasificarse para la final en el último segundo de su pelea contra la rival alemana Froemming A. L.
Pero Suvi sabe que sus virtudes no son suficientes si quiere hacerse con la ansiada medalla que se le resistió en Londres, cuando quedó quinta. Por ello entrena cinco horas al día y pasará el verano en Australia, donde podrá prepararse lejos de los calores del verano madrileño, previo paso por el Campeonato Europeo que se celebrará en mayo y que le servirá a modo de prueba.
Pero sobre todo, ella destaca sus ganas de ganar: “hay que tener ganas de ganar. Si uno tiene ganas, se prepara. Eso es lo importante”.