Jorge G. PALOMO / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 27.08.2022
Como decíamos ayer, la cabestrada es el ensayo general de una obra que se representará durante varios días en el casco histórico de Sanse. El encierro nocturno -con dos pases- que antecede a las fiestas en honor al Santísimo Cristo de los Remedios con el fin de cotejar el circuito, contemplar el dispositivo de seguridad, ayudar a que los animales se familiaricen con este trayecto emblemático y sentir el pulso ciudadano en las calles y los graderíos tras las talanqueras.
La pasada noche del viernes 26 de agosto a las 22:00 horas, el latido festivo de la urbe entre la Plaza de Toros y los Corrales de Suelta -aquí el trayecto va al contrario de los encierros icónicos- ya se hacía notar por doquier. Momento de una tradición que, horas antes del pregón, desembala el programa de fiestas tras la estela del cohete. Y entonces arrancan los cabestros. Y con ellos, la emoción y exuberancia ligada a los encierros.
Interés Turístico Nacional que, año tras año, hace más grande a Sanse… A “Sanse, la grande”.